Crónica de la Concesión de Mares

Los 4.500 trabajadores que arribaron a las petroleras en los primeros años de la Concesión De Mares no tuvieron los tropiezos y vicisitudes que hoy se viven para encontrar un trabajo estable. Resulta interesante oir contar a viejos jubilados cómo llegaron a enrolarse, por aquellos tiempos, en la compañía. Los unos se enteraron en sus lejanos parajes de la prosperidad que palpitaba en Barranca con la incipiente explotación de su petróleo y un día cualquiera se presentaron a la ventanilla de la Troco en el parque Bolívar, con algunas mudas de ropa mal acomodadas en sus pellones y maletas. 

Allí dejaban el nombre, le miraban la palma de sus manos para comprobar si era hombre de trabajo rudo y le fijaban su inmediata ocupación. Otros entraron sin querer. Al pasar por las oficinas de la Troco les ofrecian el puesto. Los más afortunados fueron contratados en sus propios surcos y veredas por enganchadores que a través del río o de la montaña espesa llegaban a los distintos lugares a reclutar la mano de obra que necesitaba la compañía. Así vinieron antioqueños que eran la mayoría, sabaneros y santandereanos que abrieron la montaña, tendieron los rieles del ferrocarril, perforaron la tierra y construyeron la Concesión.

Del extranjero se trajeron yumecas palabra muy usual en la época que derivada del gentilicio de los nacidos en Jamaica se aplicaba por igual a los oriundos de las diversas islas del Caribe.

Eran buenos para el trabajo rudo, según se decía, y ademzas hablaban, muchos de ellos, varios idiomas.

En su mayor parte los extranjeros contratados para los cargos técnicos y directivos provenían de Estados Unidos y Canadá. Los había también de España, Alemania y Francia

A medida que se fue reafirmando la empresa y se abrieron carreteras y mejores caminos la oferta de trabajo se hizo más escasa y la compañía comenzó entonces a mejorar sus procesos de selección. A partir del año 26 sólo el examen médico era suficiente para determiner el estado físico del aspirante. Años después empiezan a fijarse una serie de requisitos parecidos a los que hoy existen y se ordena expresamente que el 90% de las personas contratadas sean colombianos.

Los beneficios y prestaciones que reciben los trabajadores y empleados están de acuerdo con lo que fija la legislación laboral y las que se acuerdan en posteriores convenios colectivos y pactos de huelga.